Es cierto que Argentina es un país de una belleza natural incalculable. Tiene todos los tipos de climas y accidentes geográficos que nos enseñaron en el colegio a lo largo de su amplio territorio. Pero sin dudas, donde se agolpan algunos de los paisajes más impresionantes, es en la Cordillera de los Andes argentina. Ese sin fin de montañas que vienen bajando desde el norte y recorren todo el continente americano. Se transforma así en la columna vertebral de América y también la de nuestro país.
De norte a sur, la Cordillera de los Andes argentina recorre más de 3500 km atravesando 11 de las 23 provincias. En su largo caminar, nos ofrece los más hermosos y variados paisajes. Desde los colores de la puna hasta desaparecer bajo el agua en el fin del mundo.
En nuestros viajes tuvimos la oportunidad de visitarla en varios puntos. Realmente fue un privilegio poder disfrutar de unos paisajes tan hermosos y extremos. Es que el paisaje cambia tan radicalmente que uno no se imagina que es el mismo país. Por eso en este post queremos contarles de algunos de los lugares más increíbles de la Cordillera de los Andes argentina.
Si bien es verdad que aún nos falta mucho por recorrer y descubrir, aquí les dejamos una selección de nuestras mejores fotos de la Cordillera de los Andes. En ellas recorremos: la Puna, Cafayate, el parque nacional Talampaya y provincial Ischigualasto, Potrerillos y el paso a Chile en Mendoza, Bariloche, el Glaciar Perito Moreno y Ushuaia.
Perdidos en la Puna
Allá bien en el norte del país nos encontramos la mundialmente famosa Quebrada de Humahuaca. Ubicada en la provincia de Jujuy y nombrada patrimonio de la humanidad. Es el lugar donde las montañas se visten de colores y nos regalan algunos de los paisajes más hermosos. Aquí es donde encontraremos, por ejemplo, el cerro de los siete colores.
El clima es seco al punto de cuartear los labios y el sol pega sin clemencia. Condiciones que hicieron que el paso de los años formaran las Salinas Grandes, compartidas por las provincias de Salta y Jujuy a casi 3500 metros sobre el nivel del mar. Y es por esto que el invierno es la mejor época para ir.
Pero a pesar de la altura y de las inclemencias, el hombre siempre trata de llegar a todos lados. Y es así que construyó una de las vías ferroviarias más altas del mundo. Con un tren que corre por las nubes.
La ruta a Cafayate
Al comenzar a bajar desde la puna podemos tomar la ruta 68 para dirigirnos a la localidad de Cafayate, Salta. En el camino nos encontraremos con algunas formaciones rocosas extrañas. Significa que llegamos a la Quebrada de las Conchas, cuyas rocas rojizas resaltan contra el verde de la vegetación y el azul intenso del cielo. Se destacan las formaciones de la Garganta del Diablo y El Anfiteatro, talladas en la roca por la erosión de miles de años.
Paseando con Dinosaurios en Ischigualasto y Talampaya
Ya en la provincia de La Rioja nos topamos con el Parque Nacional Talampaya. Allí podremos maravillarnos al recorrer el cañón de 145 metros de altura de roca rojiza. O ver extrañas formaciones erosionadas por el agua de lluvia durante millones de años.
Justo al otro lado de la frontera, en la provincia de San Juan, encontramos el parque provincial Ischigualasto. Si bien no están muy lejos uno de otro el paisaje cambia radicalmente. Aquí parece que estuviéramos caminando por la luna.
Ambos parques fueron declarados patrimonio de la humanidad tanto por la belleza del lugar como por ser importantes yacimientos de restos fósiles.
Potrerillos y el cruce de los Andes
En Mendoza es donde las montañas se estiran para tocar el cielo. Esas moles que se ven azules a lo lejos con sus picos siempre nevados. Aquí encontraremos el Aconcagua, la montaña más alta de toda América. Es un lugar donde uno se siente pequeño, si es que no les había pasado en los paisajes anteriores.
El cruce de los Andes en esta zona también ofrece otros lugares únicos como el icónico Puente del Inca. Y si queremos tomar un poco de distancia para ver mejor las montañas está Potrerillos. Ubicado junto a un embalse de aguas turquesas.
Los hermosos bosques de Bariloche
Ya estamos más o menos a la mitad del recorrido y el paisaje se transformó completamente. El ambiente árido con rocas de colores erosionadas por el viento ahora se llena de vida. Aquí las montañas ya no son tan altas y dejan pasar más la humedad del pacífico.
Los bosques de Bariloche en otoño son de los más lindos que hemos visto y tuvimos la suerte de ir dos veces. Sin embargo no es el único lugar donde se pueden encontrar estas vistas. Localidades como Esquel, El Bolsón o San Martín de los Andes comparten esta fisonomía.
Tierra de Glaciares
Mucho más al sur el frío se empieza a sentir y nos encontramos con una tierra gobernada por el hielo. Atrás quedó el calor agobiante y los colores de la puna. En el Parque Nacional los Glaciares el azul del hielo se funde con el del cielo y nos brinda uno de los mejores espectáculos del mundo. El Glaciar Perito Moreno, uno de los pocos que no se encuentra en retroceso, es una de esas cosas que hay que ver una vez en la vida.
Este parque es el tercero de los cuatro patrimonios de la humanidad que encontraremos a lo largo de la Cordillera de los Andes argentina. El cuarto es el sistema vial andino o “camino del Inca”.
El fin del mundo
Llegando al final del recorrido la cordillera gira hacia el este y se hunde repentinamente en las frías aguas del Atlántico Sur. Llegamos a una tierra de extremos donde las montañas y el mar chocan. Acá también encontramos paisajes hermosos que además atraen por estar tan alejados del mundo. Te transmite la sensación de ser un explorador y aventurarte en tierras desconocidas. Aunque sólo sea una impresión, claro.
Llegó el momento de despedirnos de las montañas tras acompañarlas por más de 3500 km. Ellas seguirán su camino bajo las aguas para reaparecer en otro continente. Y nosotros planearemos la próxima visita.
Lucila Navarro
Me encanto
elmundodeados
Gracias! XD