Cuando planeábamos nuestro viaje a Los Dolomitas italianos teníamos dos grandes objetivos en mente: 1- Hacer trekking bajo las columnas de las Tres Cimas de Lavaredo y 2- Conocer el fabuloso Lago di Braies. Instagram está repleto de imágenes increíbles de este lago y nos moríamos de ganas por verlo.
Pero cuando por fin llegamos hasta él, con las expectativas por las nubes y lo vimos, la emoción se nos desplomó. No vamos a negar que era lindo, pero no coincidía con la imagen que nos habíamos armado de él. ¿El color del agua en las fotos no era distinto? ¿De dónde salió tanta gente? ¿Fuimos engañados por el Photoshop y los filtros de Instagram?
Era como si la magia del Lago di Braies se hubiese perdido, transformándose en un lago más. Pero lejos de deprimirnos, decidimos tomarlo como un reto personal: íbamos a encontrar su magia perdida donde quiera que estuviera.
Nuestra búsqueda nos llevó toda la tarde. Y al final, cuando ya casi nos dábamos por vencidos, apareció. Habíamos encontrado al verdadero Lago di Braies.
El Lago di Braies desde un bote de remos
Llegamos a un gran estacionamiento cargado de autos. Algunos buses y combis indicaban la presencia de excursiones de turistas. Era el comienzo de la tarde y el sol brillaba alto en el cielo. Agarramos nuestra cámara, el celular y los anteojos de sol. Las camperas gruesas quedaron en el auto porque hacía calor.
Estábamos muy emocionados de haber llegado, pero cuando lo vimos la emoción se apagó bastante. La pequeña playa estaba llena de turistas con cámara. El lago estaba lleno de botes de remo. Había mucho ruido. Y la imagen que teníamos del lago simplemente no encajaba con lo que veíamos. “Ah, es lindo”. Fue nuestra reacción.
“¡Quizá desde el agua se vea distinto!” Así que fuimos al viejo embarcadero a reservar uno de los tantos botes de madera. Tras esperar nuestro turno y subirnos sin caernos al agua zarpamos.
Ahí en el medio del lago todo era más tranquilo. Las montañas se veían imponentes y el bote de remos era muy romántico. Pero la magia del lago no estaba ahí. El tiempo se pasó volando y tuvimos que volver. Teníamos que seguir buscando.
El sendero que rodea al lago
“Quizá la clave está en otro punto de la costa”. Así que salimos a caminar buscando la magia perdida del Lago di Braies.
Tardamos unas 2 horas en recorrer el sendero circular que rodea al lago. En el camino vimos el arroyo que lo llena constantemente. Cruzamos un acantilado de piedra con caída directa al agua. Vimos una montaña de pedruscos arrastrados por la crecida de un arroyo. Vimos senderos que se perdían en la montaña. Vimos el bosque desde dentro. Pero por mucho que buscamos la magia no aparecía. A veces parecía que estábamos a punto de encontrarla pero se volvía a escapar.
Hacia el final escuchamos el sonido inconfundible de un dron sobrevolando el lugar. ¿Será eso lo que nos hacía falta?
La hora mágica
El sol ya estaba bajo y la temperatura también. Los botes volvieron al embarcadero para pasar la noche y la gente se fue yendo. Empezabamos a sentir frío pero nos resistíamos a irnos. ¡Tenía que estar por algún lado!
Fuimos hasta el embarcadero una vez más y descubrimos un grupo de fotógrafos. Estaban trepados a la colina justo detrás de la vieja estructura de madera y apuntaban al lago con cámaras enormes.
Con curiosidad trepamos nosotros también y allí la encontramos. Estaba ahí, era real. El Lago di Braies con toda su magia estaba entero para nosotros. Fue una visión emocionante.
Ya no había botes moviéndose y la superficie era un espejo. Ya no había gente y reinaba un silencio majestuoso. Era la hora dorada, la hora mágica del Lago di Braies. Estábamos mal abrigados y con mucho frío pero no nos queríamos ir. Nos podíamos quedar por horas. Los colores cambiaban a cada segundo. Era un espectáculo.
Algunas veces hay que buscar y ser perseverantes para descubrir la mejor cara de un lugar. Ese día cientos de personas visitaron el Lago di Braies. Pero sólo las 15 que nos quedamos hasta el final encontramos su verdadera magia.
Ayuda al Viajero
Si estás planeando tu viaje a los Dolomitas no te pierdas nuestra guía completa: «Viaje a los Dolomitas en verano: el encanto de los Alpes Italianos«.
¿Dónde queda el Lago di Braies?
El Lago di Braies está ubicado en el Valle de Braies a 1.496 msnm en la comuna de Braies.
¿Hay que pagar entrada?
El acceso al Lago di Braies es gratuito. Pero lo que sí es de pago es el estacionamiento que nos costó €5 por nuestro auto.
¿Cuánto cuesta alquilar un bote de remos?
El alquiler de los botes del Lago di Braies cuesta €12 la media hora o €20 la hora completa. El sistema es el siguiente: van al embarcadero, reservan su turno y les cobran 1 hora completa (€20). Después de hacer el recorrido, si sólo usaron media hora les devuelven la diferencia.
¿Se puede pasar la noche en el Lago di Braies?
En el estacionemiento número 2 (justo a la entrada del lago) está permitido pasar la noche con autocaravanas (casarodante).
Si buscan algo más lujoso pueden consultar los precios de una habitación en el Hotel Lago di Braies, que tiene vista al lago.
¿Cuál es el mejor momento para ver el lago?
Por nuestra experiencia personal y la de otros viajeros que leímos el mejor momento para visitar el lago es: a la mañana temprano o al final de la tarde. Estos son los momentos en los que van a poder encontrar el lago vacío y disfrutarlo a pleno.
irma palmira Bonsignori
excelente