Cuando los vuelos tienen una duración de más de 6 horas, el cuerpo comienza a sentirlo y se pone inquieto. De por sí, estar muchas horas sentado no es bueno para la salud. Más aun en el espacio reducido que es un asiento de avión clase turista.
A esto se suma que las condiciones de la cabina no son las mismas que en tierra. La humedad es de aproximadamente 15% (similar a un desierto) y la presión es menor que a nivel del mar. Esto puede provocar que nuestro cuerpo se deshidrate, se hinche y que la circulación de la sangre disminuya.
A continuación te contamos algunos consejos para combatir estos síntomas y hacer que el viaje sea un poco más llevadero.
1. Hidratarse
Ya que la humedad en la cabina del avión es casi como la de un desierto, nuestro cuerpo necesita tomar mucha agua para no deshidratarse. Lo recomendado es tomar un vaso cada hora. Ya sabemos lo que estás pensando: “nadie va a pedirle a la azafata un vaso de agua cada hora”. Es verdad, pero tratemos al menos de tomar todo lo que podamos, ya sean dos vasos. En algunas compañías se deja una bandeja de bebidas para “auto service” o dan una botella de agua por persona. Úsenlas.
2. Caminar
Lo ideal es levantarse del asiento cada 2 horas para ir al baño o dar un paseo por el avión. Caminar es bueno para estirar las piernas y ayuda a la circulación de la sangre, bajando las probabilidades de que se formen coágulos.
3. Hacer ejercicios físicos
Para aumentar la circulación sanguínea y que los músculos no se tensen tanto, no viene nada mal hacer estos pequeños ejercicios cada 3 horas.
- Para los pies: doblarlos hacia arriba y estirar los dedos durante unos segundos. Hacer lo mismo, pero doblando los pies hacia abajo.
- Para las piernas: acercar la rodilla al pecho, una a la vez, y abrazarla unos segundos. Si estamos parados, también podemos estirar los cuádriceps tomando el pie con la mano del mismo lado, flexionando las rodillas y llevando el talón a la cola.
- Para la columna y cuello: sujetar un brazo de la muñeca, por detrás de la cabeza, y estirarlo. Hacemos lo mismo con el otro brazo.
Llevar el mentón al pecho y luego girar la cabeza de un hombro al otro con un movimiento suave. Siempre con el mentón hacia el pecho. De esta manera relajamos tensiones en cuello y hombros.
4. Usar ropa cómoda
Hay que evitar la vestimenta ajustada o que tenga elásticos, sobre todo las medias. No sólo es más cómodo vestir ropa holgada, sino que facilita la circulación.
También debemos llevar calzado cómodo ya que por la diferencia de presión los pies tienden a hincharse. Los zapatos con tacos pueden ser lindos pero no son la mejor elección para un viaje largo en avión. También es bueno descalzarse.
5. Reserva del asiento
Estar alado de la ventana es muy lindo para ver el paisaje, pero puede no ser el asiento más cómodo. El del lado del pasillo en cambio, brinda más espacio para estirar las piernas. Además es más fácil levantarse para caminar.
6. Usar antifaz
Si vamos a intentar dormir para que el viaje se nos haga más corto, usar un antifaz es una muy buena opción. Las pantallas de los asientos contiguos y otras luces de la cabina resultan molestas. Usar un antifaz puede ayudarnos a descansar mejor.
Si te interesó este tema podés encontrar más información en esta nota del diario La Nación.
Rodrigo Taboada
Excelente nota! La pondremos en práctica! Saludos!
elmundodeados
Gracias Rodri! Esperamos que les sea útil! :)